Mi historia en el mundo de las artes siempre ha estado guiada por la ilusión. Empecé gracias a la influencia de mis padres, músicos de profesión. Por ellos, y a pesar de ellos, comencé mis estudios musicales, los cuales me guiaron a lo que realmente es mi pasión: el teatro. 

Por ilusión, me apunté al grupo de teatro del instituto. por ilusión, fui a mi primer curso de clown. Por ilusión leí a Calderón, y a Lope y quedé maravillado con el verso. Por ilusión, fui tres veces a ver El Alcalde de Zalamea… Por ilusión, a partir de ese momento, mi futuro quedó marcado. Por ilusión “la vida es una, la dicha es breve y el tiempo escapa”, como en el poema de Marçal Font. Por ilusión voy abriéndome camino. Montaje a montaje voy convirtiéndome en el profesional que seré en el futuro.

Si hay algo que verdaderamente me define a la hora de trabajar es la capacidad de ir siempre a favor del grupo. Me considero un actor que rema siempre a corriente del equipo. Aporto confianza y buen rollo, además de ser un artista apasionado y entregado al 100% a mi trabajo.

Siempre tengo ganas de aprender de los profesionales que tengo al lado; exprimir su sabiduría. Para mí, el teatro es compartir y jugar con todo lo que cada uno puede aportar